Suele decirse que la realidad depende con el cristal con el que se mire. Esto se puede aplicar a todos los campos con mayor o menor acierto, pero lo que ocurre en el sector del libro es digno de un estudio científico.

Como se indica en este reciente y certero artículo, el libro electrónico no solo ha detenido su avance (en ventas) sino que está en retroceso; siempre, eso sí, según los editores tradicionales. Los factores aludidos son la piratería y, atención, el auge oculto de la autoedición.

Al mismo tiempo, y aunque parezca imposible, Amazon dice que no, que las ventas de ebooks gozan de una salud de hierro y que las ventas no dejan de subir año tras año. Curiosamente, en Amazon también aluden a la piratería y a la autoedición como factores de este crecimiento. Ayudaría que esta mega-corporación aportase sus propios datos de ventas para aclararnos esto; cosa que, por el momento, no hace.

Vamos, que el ebook está vivo y muerto al mismo tiempo, como el gato de Schrödinger.

Lo que sí parece claro es que cada uno ve las cosas como le gustaría que fueran, y así lo comunican: las editoriales tradicionales (especialmente las más importantes) están más interesadas en el negocio de la impresión de libros en papel, y las plataformas de venta online están más interesadas en la venta de ebooks. Nada nuevo.

Por nuestra parte, sin que por ello estemos a favor de Amazon ni en contra del libro en papel, desde Autorquía abogamos por la consolidación y crecimiento del ebook como formato del futuro. Nuestros motivos son una mayor democratización a la hora de publicar, facilitación del acceso a la cultura (por su bajo precio) y un menor impacto ecológico.

Ilustración: César Ojeda