El pasado 26 de enero se publicó el informe "El sector del libro en España 2013-2015". Su lectura hay que hacerla siempre con extremo cuidado, como si de la cifra del paro se tratara. Como estupendamente apunta la web Taller de letras, el incremento del 1% de los libros editados bien puede ser debido a la adaptación de contenido a la nueva ley educativa (sí, una más).

Por otro lado, vemos que sube el número de editoriales en activo y también crece el número de publicaciones. Sin embargo, se vende menos. Esta contradicción nos lleva a preguntarnos (y con razón) qué ocurre con todos esos libros que se quedan sin vender, con el consecuente impacto econócomico y ecológico que ello puede tener. Además, nos hace augurar un futuro nefasto a ese número creciente de nuevas editoriales, lo que también supondrá una más que previsible caída de la calidad de los títulos (y no ya sólo por parte de las grandes editoriales, como es costumbre).

Más datos. El número de lectores crece. El libro de bolsillo se desploma. Las ventas de ebooks se disparan pero siguen a años luz del papel. Y, de nuevo, se deja fuera el dato sobre autores indies que eligen la autopublicación. En este último aspecto sólo nos queda bucear entre los números de los ebooks, que reflejan que el pdf pierde terreno frente al epub (sobre todo) y el mobi. Y poco más.

Por si les preguntan, nosotros vemos la botella medio vacía.